Como podéis deducir por el título de esta entrada, en esta ocasión la clase de 2º A realizó una actividad fuera del aula. El viernes 23 de marzo, salimos al patio del colegio para repasar, de manera más dinámica, ciertos contenidos de Matemáticas que habíamos visto últimamente y que, de un modo u otro, habían encerrado cierta dificultad para nosotros.
Así pues, se elaboró la actividad "Nos orientamos en el patio del colegio" y la llevamos a cabo de la siguiente manera.
En primer lugar, y sirviéndonos del contenido relativo a la orientación que habíamos trabajado previamente en el área de Conocimiento del Medio, explicamos el funcionamiento básico de una brújula. El objetivo principal era que los alumnos supiesen indicar dónde estaban los cuatro puntos cardinales, en función de una determinada posición que ocupaban en el espacio, sirviéndose de la brújula.
Una vez que se hicieron con su manejo, los dividimos en cuatro grupos y le dimos a cada uno una ficha (con múltiples contenidos de Matemáticas, y a rellenar por todos los miembros del equipo) y una brújula. Bajamos al patio y nos fuimos a la pista de baloncesto que hay delante de la puerta principal.
Una vez allí, cada grupo se colocó en una "zona" (había cuatro en total); esto es, en unos círculos que se habían pintado previamente en el suelo y que servían como punto de referencia para ir contestando a las preguntas que aparecían en el dossier. Así, a cada zona le correspondían cuatro preguntas, identificadas cada una de ellas con un punto cardinal.
Pues bien, la lógica del ejercicio residía en que, sirviéndose de la brújula y tomando como referencia el círculo en el que se hallaban, se dirigiesen hacía el punto cardinal que se correspondía con su pregunta y, una vez ahí, consultasen una serie de opciones, de las cuales sólo una era la correcta (colocadas antes de iniciar la actividad). Cuando terminaban de dar respuesta a las preguntas de cada zona los cuatro grupos, rotaban y se dirigían a otra zona; y así hasta completarlas todas.
Finalizado el circuito de preguntas, la sesión terminó intercambiándose los dossier entre los distintos grupos y corrigiéndose entre sí, lo que implicaba un ejercicio de responsabilidad máxima hacia y por los compañeros.
Con la realización de esta actividad se pretendían fundamentalmente dos cosas. Por una parte, enfrentar a los alumnos a las dificultades que tenían, en ciertas ocasiones, con contenidos relativos al área de Matemáticas desde una perspectiva distendida, sin la presión y el consecuente bloqueo que, aunque suene un tanto metafórico, las paredes del aula ejercen en más de una ocasión sobre ellos.
Y, por otra parte, mostrar que se puede y se debe trabajar de manera holística, pues es así como los alumnos se "cargan" de razones al ver que todo guarda relación entre sí y puede reportarles algo más que "un bien" en su cuaderno. Se trata de conseguir la formación de personas competentes en su día a día, capaces de establecer incesantes relaciones cognitivas, capaces de construir "puentes de saber".
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